Madre, te siento en el crepúsculo de tu vida,
intento prepararme a conciencia para perderte
pero no puedo.
Esta noche me habría refugiado en tus brazos y
me hubiera quedado dormida en tu refugio.
Este es un auténtico momento de soledad
soledad con pedigri
Es un momento en que las cosas pierden un poco el sentido.
Esto es vivir a pelo, sin colchones,

Un guiño

Llegaste a las tres de la mañana con una sonrisa y un escote espléndidos
y me dijiste: ¿quieres una copa? te invito.
Y bailamos hasta las siete.
Y es que, de vez en cuando la vida te hace un guiño.

La calma

Madre, te quejas, tu cara expresa la desazón, el malestar, la desesperanza, la desilusión cuando dices yo que creía que ahora que puedo comer...comería. Se agolpa en mis sienes el miedo cuando te oigo y veo tu expresión. Trato de reaccionar tranquila, siempre evocando la calma ante ti, también ante mí pero me esfuerzo menos. Soy mucho mejor actriz de lo que pensaba o ¿quizá no lo soy para ti? quizá me ves por dentro y adivinas mi miedo a perderte, mi tristeza interior. Tú me has parido, me conoces bien. ¿Conseguiré ser más hábil que tú? no es empresa fácil. Pero te hice una promesa y la tengo presente aunque tú no lo sabes.

Esta tristeza mía

Esta tristeza mia
este dolor tan grande,
los llevo muy profundos
pues me han dejado sola en el mundo.
Ya ni llorar es bueno
cuando no hay esperanza,
ya ni el vino me intiga las penas amargas
que a mi me matan.

Lupillo Rivera

Bienestar

Necesito una dosis de tu frivolidad.
Necesito oirte decir que estás receptiva,
que te gustaría enamorarte.
Necesito leer como le dices a alguien "nada nuevo bajo el sol"
En resumen, necesito una nueva dosis de dolor para seguir adelante.

Perra Lámpara

Mi mente se ha convertido en una máquina de hacer cosas, de crear, de recordar, de imaginar...Está hiperactiva, espero que mi cuerpo aguante y la pueda seguir, aunque yo hiperactiva no he sido nunca. Lo del movimiento físico no es lo mío y menos al son de algo. Arrítmica soy yo, Dory.

Lo cierto es que he metido mi bicicleta plegable en el maletero del coche y allá voy, como vaca sin cencerro que diría Almodovar, y es que un poco almodovariana sí que soy. Me identifico bastante, cada vez más, con ese estilo retro de los 80 que, por otra parte, está tan de moda. Vamos que no he descubierto yo ná. Pero que, en este caso, me he apuntao a ese carro.

Y así voy hacia adelante, con la pantalla puesta alrededor para no ver a los lados.

SUEÑOS

Te echo tanto de menos. Qué bocado le han dado a mis tripas!
Acabo de llegar a casa y me encuentro un espacio tan grande y tan desolador. Temía que llegara este momento pero ya estoy aquí y ésta es mi casa.
Aquí están mis cosas, mi espacio, y aquí es donde elaboro mis sueños y en mis sueños está lo mejor de mí. Ya calenté los espacios y empiezo a sentirme cómoda, a gusto.
Miro a mi alrededor y a mí misma y siento que he vuelto, he vuelto con lo puesto y ahora toca cuidarme. Tengo que prestarme mucha atención y estar al tanto porque si no me voy y QUIERO ESTAR, quiero vivir, quiero convertir mis sueños, que siguen ahí, en realidad. Mis sueños siguen ahí, no se han ido, qué suerte! y yo sigo ahí y me tengo y tengo a las personas que me quieren y me miman y me hacen reir y me abrazan y lloran conmigo y...qué más puedo pedir.
Solo una cosa: que no me abandonen mis SUEÑOS.