miércoles, 29 de abril de 2009

Momentos Agridulces

La vida me da una de cal y otra de arena. Existen diferentes maneras de sentirlo. Una sería pensar que la vida me empuja con todo lo que me ofrece al tiempo que te pierdo, Madre. Me quedo con ésta porque las otras opciones no puedo resistirlas.

Empiezo a tener lo que siempre he soñado, lo que he anhelado durante tanto tiempo que creía un imposible y ahora, al fin, se está haciendo realidad y colma de felicidad, me ilusiona, me llena, me da vida. No puedo creerme aún que hayas aparecido en mi vida.

Por otra parte, la vida me trae tranquilidad, estabilidad, después de doce años de incertidumbre.

En fin, la vida es así, de vez en cuando te da una de cal y dos de arena.

5 comentarios:

  1. Pues aferrate a estos momentos.... que no hay mal que por bien no venga, y si ahora estas feliz a pesar de "detalles personales" hay que agarrarse a ello.
    Yo no dejo escapar ni un solo momento y compañia que me haga minimamente feliz.. que me regale mas bien momentos de felicidad..
    Que la vida son dos dias y llevamos ya uno y medio!

    ResponderEliminar
  2. Me permito volver a tu blog después de mucho, si tú también me lo permites.
    Espero tu permiso.
    Esa parte que tanto te duele habría seguido su curso con o sin lo que tan feliz te hace en estos momentos.
    Sé que te das cuenta de cuán afortunada eres. Ella es una suerte en tu vida en el momento más oportuno.
    Os deseo unos días preciosos

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Arrítmica por seguir estando. Sigo tus consejos al pie de la letra.

    ResponderEliminar
  4. Una, nunca has tenido restringida la entrada al blog. Éste es un lugar público, ya lo sabes. No obstante, me alegra tu vuelta. Bienvenida!
    Y sí, me considero una persona muy afortunada, no solo ahora, yo siempre he valorado mucho a las personas, cosas y circunstancias que me han rodeado y eso me ha permitido y me permite disfrutar de todo y vivirlo con intensidad.
    Gracias

    ResponderEliminar
  5. La vida es poliédrica, por excelencia. A veces las aristas cortan y una supura emociones, otras, las mismas heridas nos hacen renacer.¡ A disfrutarla!

    ResponderEliminar